Una vez que el tejido pulpar se mortifica, los productos de la degeneración celular, las toxinas bacterianas y ocasionalmente las bacterias por sí solas se expanden al tejido perirradicular a través del foramen y de los conductos laterales. Un lento proceso inflamatorio comienza en el ligamento periodontal. Si no se realiza el tratamiento endodóntico respectivo, se desarrolla en muchas ocasiones una periodontitis apical crónica, generalmente asintomática. Algunas veces, se puede generar una fístula a través de la cual el paciente reporta haber notado una descarga intermitente de pus. La fístula dentoalveolar se desarrolla como una ruta de drenaje desde la lesión inflamatoria periapical, siguiendo el camino de menor resistencia a través de hueso, periostio y mucosa, pudiendo salir por cualquier punto de la mucosa oral o aun en la piel. Su terapéutica consiste en la identificación del diente enfermo y la limpieza, conformación y obturación de su sistema de conductos radiculares.
Si bien algunos profesionales consideran que la presencia de una fístula indica una lesión seria que requiere intervenciones especiales, tales como exición del trayecto fistuloso y exodoncia, en realidad su existencia está asociada con algunas ventajas:
Facilita al diagnóstico, dado que el cateterismo del trayecto fistuloso con un cono de gutapercha indicará claramente la pieza dentaria afectada.
Garantiza un postoperatorio asintomático del tratamiento endodóntico, en la medida que provee una vía de continuo drenaje del contenido supurativo de la lesión perirradicular. En conclusión, la presencia de una fístula no es indicación de exodoncia, no necesita de cirugía, no requiere medicación sistémica ni medicación intraconducto entre sesiones, solo necesita de un correcto tratamiento endodontico.
Caso clínico
Rx preoperatoria: Piezas 4.1 y 3.1 con aperturas realizadas y lesiones radiolúcidas perirradiculares de gran tamaño, compatibles con lesión endoperiodontal, fisura radicular o enfermedad periodontal.
Clínicamente se observa un gran desgaste de las coronas dentarias por efecto del bruxismo y la presencia de dos fístulas mucosas vestibulares. Se procedió a realizar el sondaje del surco gingival no encontrándose defecto periodontal angosto ni bolsa periodontal que acreditasen la presencia de una fisura radicular o de enfermedad periodontal
Se realizó el cateterismo de ambas fístulas colocando conos de gutapercha que alcanzaron el área periapical. Note la intensa imagen radiolúcida producto de la gran pérdida ósea generada por las fistulas al perforar la cortical ósea.
Control a los 4 meses de realizadas las endodoncias. Nótese la reparación de las lesiones endoperiodontales y el cierre de las bocas de los trayectos fistulosos. Se indica al paciente la necesidad de una rehabilitación odontológica.
Control a los 3 años de realizados los tratamientos endodónticos con la rehabilitación odontológica terminada.